24 abril, 2020

Por Iván González

La motivación puede definirse como el motor que nos lleva a una acción.

Es un aspecto dinámico y diferente para cada persona. Con respecto al dinamismo diremos que implica una serie de etapas como son:

  • Percepción de carencia de algo que deseamos conseguir y no tenemos.
  • Impulso activador para obtener aquello que queremos.
  • Logro del objetivo.

Y si hablamos de que la motivación es diferente para cada persona, se enmarca en el principio de que las motivaciones están influidas por las percepciones individuales, y los valores de cada persona.

De hecho, una de las teorías más conocidas de la motivación en el ámbito laboral, es la Teoría X e Y de Douglas McGregor, en la cual diferencia claramente dos perfiles de trabajadores. Los empleados denominados “X” prefieren tener un trabajo dirigido por un superior, y evitar responsabilidades, mientras que los encuadrados en el grupo “Y”, son dinámicos, flexibles y buscan más libertad y responsabilidad para desarrollar su trabajo.

Esta teoría quizás habla de dos extremos muy opuestos, pero sirve para dejar de forma clara que para cada tipo de empleado es necesario un enfoque motivador diferente. No se pueden usar las mismas técnicas para motivar a alguien que quiere tener poca responsabilidad, y hacer una labor más mecánica, que a otra persona que busca lo opuesto, siendo responsable de su labor de principio a fin y que quiere innovar y mejorar constantemente.

Hablemos ahora de dos teorías motivadoras denominadas del contenido. (Teoría de la Jerarquía de las Necesidades y Teoría Bifactorial). Se califican de contenido, porque se centran en aspectos motivadores, más que en el proceso mental de la persona para obtener esa motivación.

¿Le suena la famosa pirámide de Maslow?

Maslow explica en su Teoría de la Jerarquía de las Necesidades que el ser humano tiene que ir satisfaciendo las necesidades descritas en la pirámide anterior, de forma ascendente. Para buscar la seguridad, primero tiene que cubrir sus necesidades fisiológicas o básicas, y así es el proceso para el resto de necesidades indicadas. Por tanto, se basa en un proceso de satisfacción-progreso.

La base de la pirámide son las necesidades fisiológicas y básicas, como son la salud, la alimentación y el descanso, y en la parte superior de la misma encontramos la autorrealización y desarrollo personal. En ese vértice superior el trabajador tiene cubiertas todas las necesidades inferiores, y busca conseguir en el trabajo desenvolver todas sus capacidades y habilidades y autorrealizarse como persona en el marco laboral.

Hablemos ahora resumidamente de la Teoría Bifactorial de Herzberg. Este autor enmarca los factores que producen satisfacción o insatisfacción en dos grupos:

  • Factores de higiene o mantenimiento: su existencia no motiva, pero su ausencia provoca insatisfacción. Son factores esenciales como salario, clima laboral, estabilidad laboral, … El empleado necesita estos factores para no tener insatisfacción.
  • Factores motivadores: son intrínsecos, y cuando están presentes causan motivación. Podemos destacar el logro, crecimiento personal, responsabilidad, …

Para finalizar con las teorías, resumiremos la teoría motivacional más importante dentro del grupo de teorías del proceso. Es decir, aquellas que se basan en los procesos mentales del individual al hablar de la motivación.

Hablamos de la Teoría de las Expectativas de Vroom. Se base en tres factores que se combinan para analizar la motivación del individuo:

  • Valencia: el valor que da la persona a una determinada recompensa.
  • Instrumentalidad: mide si la persona cree que con el rendimiento que va a obtener la persona con su esfuerzo, va a conseguir realmente la recompensa esperada.
  • Expectativa: en este factor el individuo evalúa si con su esfuerzo alcanzará el rendimiento marcado.

Según esta teoría, la motivación depende de un efecto multiplicador de estos tres factores.

CONDICIONES DE TRABAJO Y MOTIVACIÓN

Una vez analizado en entorno teórico de la motivación, desarrollaremos aquí esquemáticamente las condiciones de trabajo que afectan a la motivación, y que por tanto son herramientas que los empleadores pueden utilizar para motivar a sus empleados en mayor grado.

Características del puesto de trabajo:

  • Variedad de las tareas
  • Contenido de la tarea
  • Identificación de su labor con el resultado del mismo
  • Iniciativa y autonomía
  • Trabajo en equipo y ausencia de aislamiento

Ordenación del tiempo de trabajo:

  • Duración de la jornada, vacaciones y descansos.
  • Distribución del horario
  • Conciliación

Estructura de la organización:

  • Estilo de mando
  • Descentralización
  • Relaciones sociales

Condiciones materiales del trabajo:

  • Salario
  • Promociones
  • Estabilidad en el empleo

Condiciones ambientales:

  • Confort físico
  • Medidas de seguridad e higiene

Esto es un escueto listado, pero que sirve como referencia, para ver todas las variables que influyen en la motivación de los trabajadores.

Como nota final, diremos que consideramos esencial la motivación del empleado para desenvolver un trabajo eficiente y de calidad, y que repercutirá en los resultados positivos de la empresa, y en el clima laboral. Un ambiente de trabajo con empleados motivados, genera unas sinergias muy positivas, y permite a la empresa conseguir con mayor facilidad los objetivos marcados.

Y recuerde, cada persona es diferente, y por tanto las técnicas motivadoras deben adaptarse a cada individuo y situación.

Para cualquier duda o ampliación de información pueden contactar con nuestro departamento laboral a través de nuestra página de contacto.